Budapest I. Good Morning

Good morning. Nos hemos levantado un poco perezos, bueno en este caso yo, se me pegaban las sábanas al cuerpo. Pero más o menos, a la hora de siempre estabamos fuera caminando. Después de un plátano en el apartamento y unas almendras, no teníamos más, a las 9:30 estábamos ya en las calles de Budapest, allá vamos.
Ayer en el aeropuerto cogimos un mapa de la ciudad, nos ha costado un poco encontrarnos en él, pero tras localizarnos, hemos visto dónde había una oficina de turismo y allí hemos ido. Tras explicanos un poco que ver y dónde estaban las cosas, nos hemos ido a un café y hemos organizado el día.
La idea es intentar en un día dar una pincelada de todo lo mas interesante de la ciudad. Empezaremos por la parte de Pest y luego, a la tarde nos iremos hasta Buda para el castillo y demás cosas. Lo primero que hemos visto es la Basílica de San Esteban, una pasada de basílica que se puede ver por dentro sin pagar, eso sí, si quieres subir a su mirador, que es el más alto de esta parte de la ciudad, tienes que pagar, nosotros hemos decidido no hacerlo. De ahí, nos hemos ido a ver la ópera, pero sin entrar y además sin verlo. Nos persiguen las obras, el edificio esta en obras por fuera, así que no hemos vista nada. Un chasco, pero de camino hemos visto edificios muy guapos. Esta ciudad, como otras, si no levantas la vista del asfalto te pierdes muchas cosas.

 
Nos dirigimos hacia el Parlamento de la ciudad, icono por antonomasia de Budapest, pero antes, hemos pasado por un parque, que no sabemos cómo se llama, pero que era super chulo, con una fuente de agua a la que podías entrar y cuando te acercabas los chorros que salían desde el suelo se paraban para que entraras en el cuadrado. Además, tiene un monumento a los caídos de la segunda guerra mundial. Todo esto en un parque verde donde se respira tranquilidad y sosiego, vamos una delicia de sitio. 


Unos cuantos pasos más ya en el Parlamento. Yo no tengo palabras, me parecido de lo más impresionante de este viaje, por ahora. A los húngaros se les fue de las manos construyendo este garito, madre mía. Sé que cuando lo hicieron lo hicieron de este tamaño para ostentar, y joder si ostentaron, vaya tela. Pues ahí estabamos nostros haciendo fotos, cuando ha empezado a sonar una musiquita y han empezado a desfilar 5 señores vestidos con trajes de milatares. A las 12:30 ha sido el espectáculo. Interesante ver el paseillo y tal, no era un cambio de guardia, pero sí algo que hace. Al final del teatro, se han puesto para que la gente se haga fotos y ha sido muy gracioso. La primera turista que se ha acercado, se ha puesto entre dos guardias y, con dos cojones, se apolla en el hombro del tío. El guardia la ha mirado con cara de pocos amigos hasta que la señora se ha dado cuenta. Si es que de verdad, de dónde no hay no se puede sacar.



Desde aquí hasta el mercado central hemos ido paseando por la orilla del Danubio, donde además nos hemos encontrado con el monumento a las victimas que fueran arrojadas al río en 1940. Son unos 60 pares de zapatos hechos de hierro en la orilla del Danubio.


Tras mucho pasear y mucho sol, hemos llegado a nuestro destino, el mercado central. Ibamos con la intención de verlo porque nos suele gustar ver los mercados y comer allí, porque hay puestos de comida. El mercado esta muy bien y los puestos tienen todos muy buena pinta. Nos ha sorprendido que tienen mucha variedad de embutido y muchos cortes de carne diferentes. La parte de comer está arriba, hay varios puestos en un pasillo muy estrecho donde se agolpa la gente comiendo en mesas altas, la gente que esta pidiendo en los puestos y los que queremos pasar de un puesto a otro. Es un poco caos pero eso es lo que le da vidilla al asunto. Después de pelear por una mesa hemos comido en un puesto un cosa rara, un cucurucho de pan relleno de salchichas, chucrut, bacon y queso fundido, una mierda, no estaba mal pero sin más. Así que, hemos decidido probar otro puesto más casero pero tampoco hemos tenido suerte. Así que, a nosotros no nos ha gustado mucho.


Antes de subir al castillo de Buda, hemos hecho un pequeño parón en un banco a la fresca, para charlar y relajarnos un poco, sí en plan abuelos que pasa, no va a ser todo el día andar. Tras descansar, al castillo. Nos ha gustado mucho y las vistas de la parte de Pest son inmejorables. Además, hemos podido ver que había algún incendio gordo por la ciudad porque se ve una humerada negra del copón. Hemos seguido caminando hasta dar con la iglesia de Matias y el Bastión de los pescadores, sitio donde todo el mundo quiere una foto entre las columnas con vistas al parlamento.




Un vez que hemos visto lo más gordo de Buda, camino hacia abajo de nuevo, hemos parado a tomar una birrita en un local que estaba guapo, pero la tía que lo regentaba era un poco tonta del culo, pero vamos todo correcto. Hemos hecho las fotos de rigor desde el lado de Buda del parlamento.



Ya iba siendo hora ir a buscar un bar ruina (ruin bar).  Son bares muy de moda por aquí. Son edificios viejos que los han combertido en bares. Hemos buscado tres y los tenía marcados en el mapa. Uno estaba al lado de un restaurante que queríamos ir así que a ese hemos ido. Al final, no sé que ha pasado, la noche me confunde, no hemos encontrado el lugar y hemos ido directamente a cenar al garito. Que, como no habíamos reservado, no había sitio. Todo lo que podía pasar, ha pasado. Estamos de vacaciones así que, don't worry. Hemos pensado en ir a otro ruin bar cerca del apartamento y de camino comer en cualquier sitio. En la primera pizzeria que hemos visto, ahí nos hemos metido. Estaba muy buena la pizza y los picantes. En cada mesa había un par de botes de picante y cada uno de ellos, con la escala svocille que tiene, uno era de habanero 300.000 shu y el otro era de jolokia 1.000.000 shu. Ya sabéis que la curiosidad mató al gato...,  pero no a los Monkeys hemos probado el primero y era picante, pero se podía soportar. El segundo era de agarrate que hay curvas. Lo he probado sin comida y te adormece el labio y lo que toque, con comida es jodido pero se deja comer.
Con los labios y la garganta echando fuego como los dragones, nos hemos encaminado hasta el ruin bar cerca de casa. Joer!! esta pero muy cerca en la otra manzada y vaya fiesta hay en el garito y en la calle. Junto al bar han montado una Street Food con puestos de comida rápida y algunos que dan bebidas. Muy chulo, creemos que ya sabemos dónde vamos a cenar mañana. Hemos entrado al ruin bar y es una pasada, abierto al publico hay dos pisos y en cada piso decenas de estancias, cada una a su rollo, en algunas tienes bañeras para sentarte o meterte lo que más te guste, televisiones de asientos, cientos de monitores de ordenadores colgados dando imagenes, miles de metros de cables por un lado y por otro. Y sobre todo, una fiesta que te pasas y gente por todos los lados. Vamos una pasada de guapo. Entiendo que antes tuviera otro rollo más undergrown, hoy en día se ha converido en un caja de hacer dinero, dinero y dinero. Pero aún así el sitio tiene su encanto. Antes sólo iría la gentuza y ahora sólo van los pijos y los turistas.


Pensaba que íbamos a aguantar hasta las mil, pero sólo ha sido hasta que el cuerpo ha dicho basta y a Monkey N le ha dicho basta pronto. Así que hasta mañana, un abrazo a tod@s.

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