Praga II. Pasados por agua.

Otro día más aquí, dándoos la tabarra, buenos días por cierto. El día ha amanecido como ya sabíamos, lloviendo, ya habíamos mirado el tiempo y, además, hemos oído toda la noche como llovía. Nos hemos pegado una ducha y hemos ido a comprar el desayuno y la cena para estos días. Hemos desayunado como Dios manda, frutita, algo de proteína (algún tipo de jamón york de aquí) y, para joder la dieta, algo de dulce que Monkey N no se puede resistir a unas muffins (magdalenas de toda la vida con arándanos).

Como el día se suponía que iba a ser complicado de lluvia, nos hemos calzado las botas de monte ya que ha sido el único calzado con goretex que hemos traído. La idea para hoy era ir hasta el Castillo de Praga, que está donde Cristo perdió el tanga y más, si lo comparamos con donde está el alojamiento. Así que hemos decidido acercarnos en metro y así nos mojamos menos. Por cierto, el metro de Praga esta muy bien, si no me equivoco, son 3 líneas y no es nada complicado. Puedes comprar un ticket de 90 minutos, un ticket de 3 horas (de este último no estoy muy seguro), uno de 24 horas y otro de 72. En ese tiempo puedes montar en el metro, tren, tranvía que quieras. Además, los tickets de tiempo solo hay que pasarlo por la máquina la primera vez para que marque la hora de inicio, luego pasas y ya esta. Si viene el pica le enseñas en ticket donde viene de cuanto tiempo es y cuando lo has iniciado, regla de tres sencilla, si vas de list@ multa que te casca y si no pues todo correcto. Hemos llegado a la parada esperada y aún así nos quedaba un cachito hasta el castillo. No ha llovido así que ni tan mal.




El castillo de Praga es enorme, pero no os penséis que es el típico castillo con sus almenas, sus defensas y el foso con os cocodrilos, no. Más bien es un conjunto de palacios y palacetes todos juntos haciendo algo así como una muralla, que además rodean a la verdadera joya de la corona de Praga que es la Catedral de San Vito. La verdad es que es una pasada de garito. Tienes unas vidrieras que flipas. Nos ha gustado un montón. Antes de llegar a la catedral hemos visto alguna cosilla más. No os vamos a enumerar todo lo que hemos visto, venís y lo veis, o en su defecto buscáis en San Google y os sale todo lo que tiene este sitio que es enorme. Eso sí, esto no es gratis, tienes como 4 opciones a cada cual más cara que la anterior y claro está te da derecho a ver más cosas. Lo que hemos flipado es que tienes que pagar 50 coronas más para hacer fotos de los interiores. Pero esta gente de dónde se ha escapado!!!. De eso hemos pasado y hemos hecho fotos de los interiores, con toda la peña que hay allí, están como para pedir los tickets. Otra cosa importante, en general en toda la República Checa los baños públicos, para usarlos se tiene que pagar. Da igual que hayas pagado una pasta por ver el lugar, si luego te meas o cosas mayores, pagas. Una mierda pero pagas. Cosa que no logro entender, pero bueno es lo que hay. Una de las cosas que hemos ido a ver ha sido el llamado Callejón Dorado (Zlata ulicka) entre otras cosas es famoso porque en el número 22 trabajo un año Franz Kafka (sí, solo un año, pero aquí se pirran por Kafka). Alguna cosa del callejón están chulas, han montado un pequeño museo con armas, armaduras y cascos medievales, que merece la pena. Pero el callejón en sí, una birria. Es mas era una de las cosas que Monkey N quería ver, porque lo recordaba de cuando vino hace 20 años aquí, y ha dicho: ¡Vaya mierda, esto yo no lo recordaba así!!. Después del callejón y visto que nuestras vejigas no daban para más, hemos ido a buscar un baño, pero a mí pagar por cosas de primera necesidad como esas, no me gustan mucho. Así que hemos dicho, buscamos un garito tomamos una birra y echamos un meote. Al final, hemos encontrado un garito dentro del castillo, que es el único lugar privado del recinto, el Palacio de Lobkowicz. Es un garito muy pijo, hemos ido al baño sin problemas. Al final no hemos tomado nada y hemos cambiado el agua al canario. Eso sí, creo que nos ha salido cara la broma, si es que Dios castiga!!! A Monkey N se le ha vuelto a caer el móvil a baño, alegría!!!! Y digo se le ha vuelto porque en mayo le paso lo mismo y de la misma manera, así que me da que en 6 meses dos móviles nuevos.




 


Después del disgusto del móvil era ya la hora de comer, pero antes queríamos pasar por el llamado muro de John Lennon. Es un sitio pintoresco de la ciudad, que tiene su historia, ya no es tan bohemio porque va todo Dios, pero esta bien. La historia del muro es que cuando murió el susodicho, alguien pinto la imagen del señor este en el muro y posteriormente la gente siguio pintando cosas reinvidicativas contra el régimen comunista de la época. El régimen se encargaba de limpiarlo o borrar las pintadas, pero siempre volvian a aparcer. Al final, el lugar se convirtió en un símbolo de libertad en un régimen donde la propia música de los beatles se consideraba chunga. El sitio está bien pero me ha hecho gracia el comentario de Monkey N (cabreada a un por lo del móvil y por no comer), ¡esto es el muro de John Lennon, esto es una guarrada!!! me parto a veces con ella.


Hemos ido a comer a un garito que nos habían recomendado unos amigos, gracias Martina e Iñigo. Era el Krcma, el garito esta muy bien, tipo tasca-caverna antigua, hemos comido bien, con un par de birras y para eso de las 4 de la tarde estabamos ya en marcha de nuevo.

Hemos ido a la plaza donde está todo el cotarro y nos ha abordado una chica para ver si queriamos hacer un free tour, para ver la parte vieja y el barrio judio. Monkey N y yo habíamos comentado de hacer algo así, por lo que nos hemos apuntado. Y la verdad es que ha sido una experiencia muy buena. Hemos visto todo lo que habíamos visto ayer, pero por lo menos, nos han explicado la historia de cada lugar y el funcionamiento del reloj astronómico. Muy recomendable la verdad. En el tour hemos pasado un poco de frío porque estaba lloviendo y hacía algo de viento, así que en cuanto hemos acabado, nos hemos ido a un café. Hemos sacado un cafelito y unos dulces, que nos lo hemos ganado.



Más tarde y lloviendo a cántaros, nos hemos decidido por ir en metro, para no calarnos, hasta la Casa Danzante. Es un edificio que hay que ver, diferente y que rompe un poco con lo que has visto hasta el momento en Praga.


Como era tarde y la noche no acompañaba por el frío y la lluvia, nos hemos decidido por tomar la última birra cerca del apartamento y, aún sin cenar, estamos aquí escribiendo esto. Así que ale, hasta mañana que nosotros vamos a cenar.


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